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MANUALES SOLER 
costumbres adquiridas por mudejares y mozära- 
bes, produjese influencias en los reinos cristianos; 
pero tampoco son 6stas visibles hasta el siglo x1. 
No hay que olvidar, para explicarse que los 
eristianos fuesen los mäs influidos en el contacto 
de los dos pueblos, que las regiones septentriona- 
les, en que comenzö la Reconquista,-eran de las 
mäs pobres, de las menos pobladas (como lo 
prueban los grandes esfuerzos de los reyes para 
atraerse pobladores) y de las que fueron menos 
intensamente romanizadas. 
Pero tambien, por su parte, los mozärabes, los 
renegados y los cristianos que temporalmente 
residian en territorio musulmän, aportaron algu- 
nos elementos de cultura: traducciön de obras 
latinas (v. gr. Ja Biblia, la Colecciön canönica); 
redaccion en arabe de algunos libros originales; 
aportacioön de manuscritos de autores latinos. ä las 
bibliotecas mozarabes, como hizo San Eulogio (si- 
glo 1x); modificacion y enriquecimiento del ärabe 
por la forma de latin bastardeado (aljamia, Al-La- 
thinia) que hablaban los mozärabes, algunos de 
cuyos vocablos y giros pasaron al ärabe espanol, 
y quiza influenclas de arte romano y visigötico en 
las construcciones musulmanas, ya por el uso de 
materiales antiguos (columnas, capiteles, etc., de 
las 6pocas anteriores), ya por direcciön 6 ejecu- 
ciön tecnica de los edificios. 
44. Influencias europeas.—Pero no eran las 
influencias musulmanas las ünicas que pesaban 
sobre los reinos eristianos 6 iban impulsando su 
civilizacion. En Navarra, Cataluna y Aragön, pero 
sobre todo en las dos primeras regiones, los fran- 
cos (que, con Carlomagno y Ludovico Pio, contri- 
buvaron & los primeros avances de la reconquis- 
ta) comunicaron muchos de los elementos de su 
cultura y de su organizaciön social y politica.