ALTAMIRA — OIVILIZACIÖN ESPANOLA 211
Los mäs de los alumnos universitarios corrieron
a pelear contra los invasores; y aunque el gobier-
no frances de Jose Bonaparte por un lado; y las
Cortes de 1812 por otro, procuraron impulsar la
instruceiön popular, creando escuelas nuevas y
formando planes de ensefanza, todo ello tuvo poco
arraigo.
La reaccion de 1814 ayudö A esta decadencia
con su sentido estrecho y receloso; y aunque la
situaciön liberal de 1821 acometiö de nuevo el
problema, planteando con el reglamento de 29
junio la incorporaciön al Estado de todos los esta-
blecimientos, la nueva reacciön de 1824 ech6ö por
tierra este plan y extremnö su enemiga hasta el
punto de mandar recoger de R.O. todos Jos libros
extranjeros introducidos en Kapala y los impre-
sos aqui desde 1820 al 23, est bleciendo rigurosa
vigilancia en las aduanas para evitar la entrada
de impresos sospechosos. Mäs tarde (1830), Fer-
nando VII mand6 cerrar las Universidades, y eso
que 6stas eran, por su sentido doctrinal, del tenor
de la de Cervera, cuyo rector dijo en un discurso
de 1827 las siguientes memorables palabras: «Le-
jos de nosotros Ja funesta mania de pensar». Las
Unicas instituciones de cultura creadas durante
el reinado de Fernando VII fueron el Museo de
Pintura, el Colegio de Cirugia m6dica de Ma-
drid (Colegio de San Carlos) con el plan de ense-
Hanza quirürgica de 1827, obra del catedrätico
Castellö, y el Conservatorio de müsica Yy decla-
maciön (1830).
La restauraciön liberal iniciada por Maria Gris-
tina, produjo desde luego la reapertura de las Uni-
versidades y trajo, una larga serie de reformas y
creaciones que comenzaron con la de la ensenanza
primaria, & que se refiere un decreio de agosto
1834, inspirado, probablemente, por el pedagogo