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el de Alhucemas (391) y el grupo de las islas Chafarti-
nas, que son tres; pero una sola estä poblada y forti-
ficada (392). Tambi6n poseemos la isla de Alborän,
que se halla entre Almeria y Melilla (393) ; pero estä
conquistado en 1508 por Pedro Navarro, enviado por Fer-
nando el Catölico : recobräronle los moros en 1522; pero cayö
de nuevo en nuestro poder durante el reinado de Felipe Hi
(1569). Es un pellasco que sölo mide 225 metros de largo,
unido a otro mäs bajo de 110 y separado de la costa rifena
por un canal de 25 metros; de suerte que puede ser comba-
tido a pedradas desde los altos cerros del continente afri-
cano. Al conquistarse el Pefön, se vino a un arreglo entre
los reyes de Espafia y Portugal, a fin de separar las conquis-
tas de ambos paises en Berberia, cediendo nosotros a los lu-
sitanos 1a costa comprendida entre el cabo de Aguer, y el de
Nun, en que estaba enclavada la ciudad de Tagaor, que con
la de Huf habfa reconocido el seforio espafiol despu$s de la
conquista de Melilla.
(8391) El islote de Alhucemas, denominado asi por la
abundancia de espliego que en €l hay, fue conquistado en 28
de Agosto de 1673 por los navios espanoles Sun Agustin y
San Curlos.
(392) La lNamada Isabel II, que ocupa el centro; pero
su fortifieaciön se reduce a una debil muralla, que mäs bien
parece tapia de corral, con dos baluartes, artillados cada uno
con un caß6n: su poblaciön no pasa de 600 almas y se com-
pone de la guarniciön y_ eScaso elemento civil. Las otras
dos son las denominadas del (/ongreso y del Rey; esta, re-
cientemente, se ha unido mediante un muelle a la de Isa-
bel IL, constituyendo asi un buen puerto de refugio para
toda clase de embarcaeciones. Las islas Chafarinas fueron ocu-
padas por Kspafia en 1848, poco antes de intentarlo Francia,
a quien conveni{a la posesiön de estas islas por su prozimidad
a la Argelia, pues se hallan cerca la desembocadura del Mu-
luya y frente al cabo de Agua, no Negando a dos millas la
distancia que media entre este pequeHo archipielago y la
costa marroqul{.
(393) Igualmente debiera pertenecer a Espafia la isla
del Peregil, inmediata a Ceuta, pues pasö con esta plaza al
domınio espafiol en el reinado de Felipe IL, y durante la
guerra de la Independencia la tuvimos guarnecida ; pero re-
cientemente hemos abandonado todo derecho sobre ella, y
actualmente la ocupa el emperador de Marruecos, sin pro-
testa alguna de nuestra parte: segün algunos, esta isla levö
primitivamente el nombre de Espana, que luego pasö a de-
signar nuestra peninsula.