En
recha del Ebro, de Tudela a Zaragoza; el de San
Carlos, que hace navegable aquel rio hasta Tortosa;
y el de Castilla, que se extiende entre Valladolid y
Alar del Rey, con un ramal a Rioseco. Entre los de
riego y abastecimiento de aguas, se cuentan: el del
Lozoya o de Isabel IT, que leva a Madrid las exqui-
sitas aguas de aquel rio; el de Urgel, que las toma
del Segre; y el de Tduste, que las recibe del Ebro.
Hay ademäs numerosas acequias 0 pequeÄos canales
para el riego de los campos, seßaladamente en Valen-
cia y Murcia (57).
7. En Espaüa no hay verdaderos lagos, sino
lagunas y no de gran extension. Las mäs notables,
entre las de agua salada, son: la Albufera, en Valen-
cla; y el Mar Menor, en Murcia. Entre las de agua
dulce, se cuentan: las de Kuidera, que son 17, en
Ciudad Real; la de Sanabria, en Zamora; la Nlamada
Mar de Ontigola, en Toledo; la de Gallocanta, en
Zaragoza; la de la Janda, en Cädiz; la de Gredos,
que es la de mayor altitud y pertenece a la provin-
cia de Avila; y la de Miramar, que es subterränea
y estä en Mallorca. Los principales de nuestros pan-
tanos somel de Lorca, en Murcia, y el de Xuriguera,
en Tarrasa: pero hay varios en construcciön o estu-
dio (58).
8. En el suelo espanol abundan las ayuas medi-
te mide 169 kKkilömetros, y regarä una extensiön de
104.000 hectäreas cuando se terminen las obras, ya hoy sub-
vencionadas por el Estado. ;
(57) Vase en el Apeöndice la relaciön completa de los
sanales y acequias de Espafia.
(58) Vase en el Apendice la relaciön de los que figu-
ran en el plan de obras hidräulicas que estä acordado, y eu-
ya realizaciön asegurarä el riego en extensas comarcas, don-
de es mäs necesario y urgente. En la vertiente espafola de
los Pirineos hay multitud de pequeßos lagos, pantanos, em-
balses, acequias y atarjeas, que normalizan las corrientes
de varios rios y el riego de los campos.