CESAR FLAVIO CONSTANTINO “EL GRANDE”
El afo trescientos de la era cristiana el emperador Cesar Flavio Constan-
tino el Grande promulgö en Milän su celebre edicto concediendo a los cris-
tianos libertad para practicar su religiön sin que pudieran ser en manera
alguna molestados: asi triunfö el Cristianismo de sus perseguidores.
En el Imperio romano, que dominaba en Europa, en Asia y en Africa, o sea
en todo el mundo entonces conocido, existia una sociedad impia, vana y cruel,
a la cual sustituyö otra donde el amor, la verdad y la justicia fueron incon-
movibles. Desde entonces la Cruz es el simbolo de nuestra civilizaciön, la
Jue ahuyentö de los pueblos ecultos la barbarie que dimanaba de la escla-
vitud, de la tirania y del paganismo.
Algunos recuerdos de Constantino “el Grande”,
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t, Estatua de Constantino, en märmol de Carrara, en 1a nlara Gel Capitolio,
Roma.—z, Arco de Constantino, Roma.—3, El l!4haro, Estanc ı;te enn la cruz
Jue usaron los emperadores romanos despues de Consi. ntino.- A "vneda de
Constantino con el Läbaro y la inseripciön “Gloria ...ırciius”. . Estatua
de Santa Elena en San Pedro.—6. Moneda de oro de ia emperatriz .. nta Ele.
na, madre de Constantino.—7. Sarcöfago lateranense con alusion :! lLbaro
constantiniano.