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Espafia (161); por lo cual cubre sus campifas un
manto de eterno verdor.
El subsuelo de esta privilegiada tierra :esconde
gran riqueza mineral; pues hasta el oro, cası agota-
do ya en nuestra peninsula desde la 6poca romana,
aun se halla entre las arenas del Miäo y del Sil, y a
buscarlo se dediean muchas mujeres, lamadas por
esto aureanas: ademäs, se han descubierto reciente-
mente en algunos puntos cotos auriferos, que ya Se
estän explotando, siendo el mäs rico el de Corcues-
to (162); y tambien existen grandes yacimientos de
estano, hierro y otros metales.
Al frente de la producci6n agricola figuran el
centeno y el maiz, de que se hace el pan de las cla-
ses pobres, pues el trigo no abunda tanto: en cambio se
da prödigamente la patata, base general de la alimen-
taciön, y hay frutas de todas clases y muy exquisitas,
sobresaliendo la manzana y la castana, pues el cas-
tako es el Frutal tipico de Galicia (163) ; el vino cons-
(161) En efecto, mientras en las mesetas centrales de
Ia Peninsula sölo alcanza el pluviömetro cifras inferiores a
500 milimetros, y en la vertiente mediterränea son todavia
menores, en las regiones galaica y cantäbrica, por efecto de
sus excesivas Iluvias, marca aquel de uno a dos metros.
(162) Esta mina de cuarzo aurifero, que estä en la
provinela de Corufia, cuenta hoy 28 filones, y su produc-
ciön de oro oscila entre cinco y sesenta, gramos por tonelada,
segün hemos dicho en otro lugar; y en Carballo hay otro coto
minero tambi6n de cuarzo aurifero y pirita arsenical. En
las provincias de Orense y Pontevedra abunda el estaßo y
en la de Lugo el hierro, cuyo criadero principal se encuentra
en una montafßa denominada la Fontaneira: sus minas son
explotables a cielo abierto, como si fuesen canteras; y las
rocas metalizadas que de ellas se extraen, sölo son emplea-
das hasta ahora en calidad de piedra de construcciön, para
levantar miseras viviendas en los pueblos circunvecinos ©
para cercar las fincas.
(163) El distinguido esceritor orensano sefior Neira Can-
cela juzgando el libro de Geografia Kconömica publicado por
don Eduardo Moreno Löpez, Catedrätico de Orense, recono-
ce la exactitud con que &te denomina al castaßo frutal ti-